Pérez Reverté dice: http://www.lanacion.com.ar/1828991-llegan-los-godos-al-imperio-vencido
Y, también clásico, asocia la inevitable derrota Europea a cierto
defecto moral, Edward Gibbon ataca de nuevo.
Por supuesto la inmigración en Europa no es un juego de suma cero:
no vienen los inmigrantes a llevarse un pedacito del estado de bienestar, mal
que le pese a los xenófobos y a los progresistas ingenuos. Y la magnitud de la
inmigración no es inmanejable, muchos más europeos cruzaban el charco durante
el siglo 19 y 20 para llegar a regiones en las que casi equiparaban la población
nativa.
Por ejemplo, en 1914 el 30% de la población de Buenos Aires era
nacida en el extranjero
Voy a centrarme un rato en los inmigrantes que vienen de los
Balcanes, pues una parte importante de los que están llegando a Europa son de
ese origen y porque no están huyendo de una guerra.
Cuando en el 2007 Grecia entró en una crisis profunda, luego de
haber realizado una integración con Europa muy arriesgada y poco previsora,
todos los países de los Balcanes cayeron en un problema serio. Estos países
quizás no tuvieron una caída tan espectacular del PBI como Grecia, y no
tuvieron el beneficio de los reflectores mostrando que pasaba, pero el
estancamiento del PBI desde esa fecha en Albania, Bulgaria, Macedonia, Bosnia y
Herzegovina, Serbia, Rumania y Croacia, muestran que toda esa región quedó al
garete.
Mientras tanto, desde esa fecha, Europa no sale de un frenate que
va camino a ser crónico, con perspectiva de crecimiento anémica o inexistente.
Podría Europa hacer una salida de su atasco convirtiendo esa región, de semi
rural a desarrollada, con un mini plan Marshall invirtiendo en infraestructura
y fábricas en esas regiones: Reducciones impositivas a las empresas europeas
que inviertan en esas zonas, status comercial preferido para productos provenientes
de esas regiones, en particular industriales, inversión directa en R&D
de organismos europeos en esas regiones. Todo esto sería a la vez una enorme
ayuda al desarrollo de esas regiones y una posibilidad de inversiones
productivas a una situación de estancamiento económico.
En los tiempos que corren, la capacidad de producción se ha
deslocalizado, pues ya no requiere de una generación de artesanos para realizar
la misma. Un tiempo atrás sólo se podían hacer autos, relojes o vino en ciertas
regiones del planeta, ahora alcanza con que haya una fábrica que será igual a
las que hay en Suiza, Italia o Inglaterra.
Al hacerlo, habría que diseñar mecanismo para evitar otra ronda de
expoliación al estilo neocolonial, como Alemania creciendo a costa de sus
vecinos, o España en Latinoamérica. Creo que un mecanismo que obligue a las
empresas a asociarse a empresas locales y que estas deban hacerse públicas
(cotizando en bolsa) para recibir las ayudas y subsidios podría servir.
Las naciones mencionadas tienen un fuerte déficit de
infraestructura, y serían para las empresas constructoras y proveedoras de
equipamiento una bonanza
Complementario a esto es recibir inmigrantes en cantidad para
ocuparse de tareas que los Europeos, pocos, viejos y ricos no desean hacer.
Esto no es nuevo, lo hizo a mares Alemania y Suiza con italianos y españoles en
los 50/60. La experiencia muestra que el flujo de inmigrantes establece
relaciones entre el país receptor y el emisor que exceden esa generación y el
trabajo poco calificado. Digamos, las futuras fábricas de cerramientos en
Bulgaria tienen probabilidades de usar tecnología nacida en Alemania, si el
inmigrante trabajaba una fábrica alemana de cerramientos.
Nos vemos en Tirana, amor mío